Secret Kingdom 12 by Rosie Banks

autor:Rosie Banks [Banks, Rosie]
La lengua: spa
Format: epub
ISBN: 9786075278650
editor: Océano Travesía
publicado: 2019-05-01T00:00:00+00:00

—Tome, rey Félix —dijo, colocándolo con cuidado en el suelo—. Vamos, rey Félix, venga a comer este sabroso pastel.

El sapo glotón avanzó dando saltos en dirección al pastel. Rita se apresuró a vaciar la poción encima del dulce y se aseguró de que cayera hasta la última gota. El sapo volvió a croar y se lo tragó entero.

—¡Lo logramos! —exclamó Abril, abrazando a Rita y a Paula—. ¡El rey Félix debería volver a transformarse en cualquier momento!

Todas miraban al sapo, pero nada pasó.

—¡Rey Félix! —gritó Rita.

El sapo las miró fijamente.

—CROOOAC.

—No lo entiendo —dijo Trichi, confundida—. La poción ya debería haberle hecho efecto.

—Vamos, rey Félix… ¡Transfórmese! —le suplicó Abril.

—Aún no son las doce de la noche, debería haber funcionado —exclamó Rita.

—Pobre rey Félix —dijo Paula con los ojos llenos de lágrimas—. ¿Seguirá siendo un sapo maloliente para siempre?

—¡JA, JA, JA, JA! —resonó una risa burlona a sus espaldas. La reina Malicia apareció en el centro del laberinto, sosteniendo entre sus manos un sapo con una corona dorada sobre la cabeza—. Creo que estaban buscando al rey —añadió, levantando al sapo.

—¡Ése no es el rey Félix! —exclamó Abril, mirando al sapo que seguía masticando el pastel—. ¡El rey Félix es éste!

Pero Paula miró fijamente al sapo de la reina.

—No, tiene razón —dijo, horrorizada—. ¡El sapo que tiene entre sus manos tiene los lentes del rey Félix!

Las otras lo miraron y vieron que el sapo llevaba unos lentes con forma de media luna idénticos a los del simpático rey.

—Pero ese otro tiene su corona —contestó Rita, confundida.

La reina Malicia se rio.

—¡Miren a su alrededor!

Las chicas y Trichi se dieron la vuelta. Los duendes de la tormenta volaban cargados con muchas coronas, todas iguales, y las iban dejando sobre las cabezas de los sapos malolientes. Los duendes de la tormenta rieron de satisfacción.

—¡La reina Malicia las engañó! ¡Es muy lista, y ustedes son tontas como babosas! Paula no pudo soportarlo y exclamó:

—¡Le dimos el antídoto al sapo que no era!

Rita, consternada, miró el frasco vacío que tenía en la mano.

—Me temo que su plan falló —dijo la reina Malicia con tono engreído—. ¡Gracias a ustedes, mi querido hermano siempre será un sapo maloliente! —añadió mientras le daba unas palmadas al sapo que tenía en sus manos.

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